Dado el enfado producido por el fallo al subir la última entrada, imposible de publicar, llevo unas semanas infectada de Sade, buen samaritano acorde con la justicia y amigo de Napoleón.
Si las cárceles de Renée hablasen; aun deben quedar restos de tinta por las paredes y trozos de papeles fusionados con la mugre.
Dejo a Justine, pobre doncella, después nos enfadamos cuando nos levantan la voz... al terminar comencé a desconfiar de los rayos.
Si las cárceles de Renée hablasen; aun deben quedar restos de tinta por las paredes y trozos de papeles fusionados con la mugre.
Dejo a Justine, pobre doncella, después nos enfadamos cuando nos levantan la voz... al terminar comencé a desconfiar de los rayos.
( Pasolini acercándose a Justine)

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